La familia Park.
Busan es conocida por su ambiente y por sus hermosas playas, pero en aquella ciudad tan grande, existía un orfanato, no muy grande, pero tampoco pequeño, era lo suficientemente amplio para los niños que estaban allí.
Ese pequeño pero hermoso lugar, era dirigido por Ji Hyun y Min A, dos hermanas, que no habían tenido hijos, pero les encantaba ayudar y cuidar a quienes más lo necesitaban. "Homeless Child" se encontraba en un campo, el edificio estaba rodeado de arboles y flores, con una pequeña granja, que se usaba para alimentar a los niños.
Ese 26 de diciembre, el invierno era uno de los más fríos y fuertes que se había presentado en Busan, la nieve caía coloreando el lugar de un hermoso color blanco.
—Jung, por favor siéntate, ya voy a servir el chocolate —Min A le dijo al pequeño de 4 años.
—Quiero ir nieve a jugar —dijo el pequeño bajándose de su asiento.
—Mañana, ya es de noche.
—¡No ahora yo quiero!
—Jung, he dicho que no.
En ese momento Jung comenzó a llorar fuertemente y caminó hacia la puerta que daba al campo, esa acción hizo suspirar a Min, quien se acercó rápidamente a él y escuchó claramente los llantos de un bebé.
—Ji Hyun —llamó alarmada a su hermana, haciendo que todos se quedaran en silencio.
—¿Qué sucede?
—Escucha...
Su hermana frunció el ceño y se quedó en silencio, ordenando con una seña que todos los niños se quedaran en silencio, claramente se escucharon los lloriqueos de un bebé, rápidamente Ji Hyun abrió la puerta encontrándose con una joven mujer desmayada en la puerta del orfanato y se aferraba al bebé que tenía en brazos.
—Min A, ayúdame con ella, por favor.
—Hae Soo, por favor, lleva a los niños a sus habitaciones —ordenó Min A, a la niña de 12 años, que obedeció sin decir una sola palabra.
Ji Hyun intentó levantar a la mujer, pero ella estaba débil, no se podía sostener por sí misma. Min A, con cuidado separó al bebé de sus brazos y lo tomó entre los suyos, intentando calmar sus desesperados llantos, que no cesaban.
—M-Mi b-bebé —habló suavemente la mujer.
—¿Puede pararse? —preguntó Ji Hyun.
—N-No... q-quiero a mi b-bebito.
Ji Hyun, de donde pudo sacó fuerzas y ayudó a la joven a levantarse y la entró al orfanato, sentándola rápidamente en el sofá. Por otro lado, Min A, seguía intentando calmar al pequeño bebé.
—Usted está muy fría... —dijo seriamente la mayor de las hermanas.
—Tenemos que llevarla a una habitación, no podemos dejarla así.
—¿Cuál es su nombre?
—D-Dahyun... Kim Dahyun.
—Bien señora, ahora usted tiene que descansar, ¿sí?
—¿D-Dónde está mi bebé?
—Su bebé está aquí —se apresuró a hablar Min A quien le estaba dando un biberón con leche al bebé—. Ya se calmó, él está bien.
Dahyun, sonrió débilmente y cerró sus ojos para descansar un poco, el cuerpo de la mujer estaba cubierto con un enorme saco y una capucha que cubría toda su cara. La mayor de las hermanas, le quitó delicadamente la capucha para ver su rostro, pero al momento de hacerlo, se quedó petrificada, ahogando un grito al ver el rostro de Dahyun.
—¿Maltrato? —susurró Min A.
—Es lo más probable, deja al bebé en la cuna del cuarto de los niños y ayúdame a llevarla a la habitación de al fondo, tenemos que cuidarla y si es posible traer un doctor y una enfermera lo antes posible.
—Tú ve llamando al doctor, voy a dejar el bebé al cuarto de los niños.
Min A, fue al cuarto donde dormían las 6 niñas y dejó al pequeño quien estaba dormido en la cuna que había en la habitación, las niñas se acercaron curiosas a ver al pequeño, pero Hae Soo, la mayor de todas las alejó con cuidado para que no lo despertaran.
—Que no se despierte, por favor —Min A salió de la habitación y fue a la sala donde la joven se encontraba durmiendo, casi parecía muerta.
—El doctor ya viene, le dije que era urgente.
—Hay que llevarla a descansar, no puede estar en el sofá.
—Si, tienes razón, vamos.
Ambas mujeres sostuvieron a la mujer y la llevaron a una habitación, donde la acostaron y la abrigaron, era la primera vez que un caso así se presentaba, todos los niños que tenían eran por abandono o por negligencia de los padres.
Esperaron varios minutos hasta que el doctor llegó junto a una enfermera, las hermanas le indicaron donde estaba la mujer y el doctor se adentró. Las dos se quedaron afuera esperando noticias sobre Dahyun, cualquiera pensaría que estarían unos minutos, sin embargo, fueron dos horas en las que nadie entraba ni salía.
—El doctor saldrá en un momento, por favor espérenlo en la sala —informó la enfermera.
Ji Hyun y Min A se alejaron del pasillo y esperaron 15 minutos, cuando vieron la cara decaída del doctor.
—Bien, el estado de la señorita Dahyun es crítica. Tiene hematomas en todo el cuerpo, cortadas, quemaduras, sus brazos aparte de estar marcados por golpes, están marcados por inyecciones.
—¿Es adicta a alguna sustancia?
—No, diría más bien que fue forzada a ser adicta, con buenos cuidados, es muy probable que ella mejore.
—Doctor, ella vino aquí con un bebé y si me dice que fue forzada a ser adicta... entonces su hijo podría tener algún problema.
—Voy a examinarlo, lléveme.
Min A, guio al doctor y a la enfermera a la habitación donde se encontraba durmiendo, Ji Hyun iba a seguirlos, pero decidió entrar a la habitación donde Dahyun descansaba, su corazón se apretujó al verla con suero en su brazo, con su rostro golpeado y con heridas.
Lentamente se acercó a ella y se sentó en el borde de la cama tomando su mano, intentando darle su apoyo y que a través del contacto supiera que estaba a salvo.
—Voy a morir... ¿Lo sabe?
—No lo hará, tiene un hijo por el cual luchar.
—Se llama Jimin... tiene 6 meses, es muy tranquilo cuando no tiene hambre.
—Dahyun, vas a estar bien y-
—Aunque intente, mi cuerpo ya no puede soportarlo más, siento que en cualquier momento mi corazón dejará de latir.
—No quiero incomodarte, pero, ¿cómo llegaste hasta este punto?
Dahyun soltó una risa suave y suspiró.
—Yo vivía en Suwon y como toda chiquilla sin experiencia me enamoré, pero cometí el grave error de escaparme con él —empezó a toser—. Llegamos a Busan, él era lindo al principio, pero después, mostró su verdadero rostro.
—¿Te empezó a golpear?
—No... al menos no al principio, el lugar donde vivíamos era muy pequeño, no alcanzaba para la renta y comenzó a prostituirme.
—Pero Dahyun, ¿por qué no te fuiste?
—Llamé a mis padres y me dijeron que no regresara, estaba sola, no tenía nada, no conocía a nadie —lágrimas empezaron a caer por sus mejillas—. Antes de Jimin, yo iba a tener otro bebé, hace dos años, pero los golpes de él fueron tantos que lo perdí a mis 5 semanas.
—¿Cómo es que Jimin sobrevivió?
—Después de mi aborto, yo me negaba a seguir prostituyéndome, así que empezó a inyectarme droga, sus clientes venían y me violaban, pero... pero una noche, él vino con otra mujer, pensé que ya tenía una víctima nueva, intenté escapar, pero se dio cuenta y...
—Sino puedes contarlo, no lo hagas.
—Tengo que hacerlo antes de morir... —dio un suspiro y limpió sus lágrimas—. Cuando se dio cuenta, echó a esa chica y a mi me encerró, me tuvo tres semanas sin comer, encerrada, era una tortura, pero cada vez que venía de tomar me golpeaba —tosió un poco más fuerte—. Al verme tan delgada, comenzó a alimentarme, me pidió perdón y como estúpida le creí, pensé que todo sería diferente...
Justo en ese momento Min A entró con Jimin en brazos, el pequeño estaba tranquilo, inmediatamente cuando Dahyun lo vio, se sentó en la cama y pidió verlo, necesitaba a su hijo, quería tenerlo en sus brazos, pues no era mentira que le quedaba poco tiempo de vida.
—Mi niño hermoso... perdón por no protegerte —besó la cabeza del menor.
—Ustedes estarán a salvo.
—Jimin estará a salvo con ustedes, por favor... si, asegúrense de que lo adopte una familia que le dé amor, no lo dejen solo —volvió a sollozar.
—Cálmate, eso no pasará, tú lo vas a ver crecer.
Negó abrazando a su hijo.
—Su padre, días después de que me pidiera perdón, comenzó a violarme, lo hizo en cada oportunidad que pudo hasta que me dejó embarazada y... cuando eso sucedió no dije nada, tenía miedo de perderlo, trataba de no hacerlo enojar y como si fuera obra del destino, esos meses él no me golpeó, pero si me prostituyó... —baja la mirada con vergüenza—. Él no se dio cuenta de mi embarazado hasta mis 5 meses, no me hizo nada, no le convenía perderme, porque tenerme era su solvento económico.
—Dahyun... lo que nos cuentas es horrible, pasaste un infierno que no se lo deseo ni a mi peor enemiga.
—Lo peor vino cuando Jimin nació, cada vez que él lloraba, su padre se enojaba y me golpeaba hasta no poder más, como podía lo alimentaba y lo mantenía en silencio... pero hace dos días, su padre quiso venderlo y... no podía permitirlo.
En ese momento Dahyun comenzó a toser descontroladamente y Min A cargó al bebé, ya que los brazos de la chica no estaban lo suficientemente fuertes para cargarlo, Ji Hyun le dio un vaso con agua, el cual la calmó un poco.
—M-Me enfrenté a él y... y me golpeó como nunca a-antes lo había hecho, no sé de donde saqué fuerzas para golpearlo y escapar de ahí, justo una vecina me dijo que por esta zona había un orfanato, por eso caminé hasta aquí... para dejar a mi niño aquí, porque yo... yo lo amo mucho y... mi niño merece ser feliz.
Dahyun soltó el vaso, el cual cayó al suelo y se rompió, sobresaltando a las hermanas, Min A salió de la habitación con Jimin en brazos, su desesperación comenzó a crecer y dejó al pequeño en la cuna, pidiéndole a Hae Soo que lo cuidara, se apresuró a llamar al doctor.
—El doctor ya viene.
—Su pulso es muy débil, muy débil.
—Ella tiene que estar bien.
Ese 27 de diciembre a la 1 de la mañana, Dahyun falleció a causa de una hemorragia interna por los golpes, esa madrugada el pequeño Jimin se quedó totalmente solo, no sabían el nombre del padre, pero si el nombre completo de Dahyun, buscaron a los padres de la joven para que se hicieran cargo de su nieto, pero ellos negaron totalmente hacerse cargo del bebé, alegando que ellos no tenían ninguna hija, Jimin estaba solo.
✧✦✧
Cinco años después, un pequeño pelinegro corría de la granja al edificio donde vivía, llevando en sus manitos una canasta de huevos.
—Señorita Min, aquí está —dijo tímidamente el pelinegro.
—Perfecto Minnie —la mujer lo cargó y lo sentó en una silla—. Ahora haremos las galletitas que tanto te gustan.
—¡Si! —aplaudió emocionado.
La puerta se abrió dejando ver a Ji Hyun, quien al ver al pequeño Jimin, sonrió ampliamente, ese pequeño estaba con ellas desde que era un bebé, se encargaron de cuidarlo y protegerlo, cada vez que el niño sonreía alegraba a las hermanas causando en ellas una alegría inexplicable.
—Minnie, ve afuera a jugar con los animales, en unos minutos tus galletitas estarán listas —Ji Hyun bajó a Jimin de la silla.
—Si señorita Ji.
Jimin salió corriendo y se sentó en el pasto cerca a la puerta con un conejito que saltaba por allí, lo acarició suavemente hasta que se dio cuenta de la figura de una joven mujer que lo miraba atentamente, se puso de cuclillas y acarició su mejilla.
—¿Cómo te llamas, pequeño?
—N-No debo hablar con e-extraños —tartamudeó bajando la mirada.
—Tienes razón, déjame presentar, soy Minyoung, es un gusto.
—Y-Yo me llamo Jimin.
—Que lindo nombre tienes Jimin, ¿te gustan los conejos?
—Si... son muy bonitos y juguetones.
—Minyoung, ven por favor —una voz masculina la llamó haciéndola sobresaltar.
—Vendré luego Jimin, pórtate bien —sonrió y se retiró adentrándose en el edificio.
Jimin se sintió extraño, era la primera vez que algún adulto se acercaba a él, por lo general era muy tímido y desconfiaba de todos, por eso siempre estaba pegado a las hermanas que lo cuidaban, no se despegaba de ellas por más de una o dos horas, con ellas, Jimin se sentía seguro, por eso fue raro para él que esa mujer se le acercara, no sintió miedo, se sintió protegido.
Un par de minutos pasaron y Jimin no se había movido de donde estaba, siempre que venían personas al edificio eran para llevarse a alguno de los niños, cuando tenía 3 años, se llevaron a Hae Soo, la recordaba por una foto, recordaba que ella lo cuidaba y era muy cariñosa cuando no estaba ni la señorita Min, ni la señorita Ji.
Recientemente se habían llevado a Jung, su mejor amigo, el que lo cuidaba de que otros niños lo molestaran, por eso se sentía solo sin amigos, ni nadie a parte de las hermanas.
La pareja que había entrado salió minutos después, seguido de la señorita Min A y la señorita Ji Hyun, quienes se mantuvieron alejadas cuando la pareja se acercó.
—Es él, cariño —dijo la mujer.
—Hola campeón, ¿cómo estás? —preguntó el señor con cara amable.
—B-Bien.
—Jimin, él es mi esposo Changwook.
—H-Hola —dijo tímidamente.
—Mira —Changwook le ofreció un chocolate y los ojos del niño se abrieron grandemente—. ¿Te gustan los chocolates?
—¡Si! Los chocolates son muy muy ricos —dijo emocionado.
—¿Cuáles son tus favoritos, Jimin?
—Los que tienen maní y los chocolates blancos —sonrió en confianza—. Señor, ¿me puede dar el chocolate, por favor?
—Claro, pero primero necesitas una sesión de cosquillas.
Changwook cargó a Jimin y le comenzó a hacer cosquillas provocando que el niño comenzara a reír fuertemente, esto hizo sonreír a las hermanas que miraban la escena, durante muchos años, apesar de cuidarlo, jamás habían escuchado a Jimin reír y sonreír de esa manera, por primera vez lo vieron ser feliz.
Mientras el mayor jugaba con el niño, Minyoung se acercó a las hermanas.
—Queremos adoptarlo.
Cuando Ji Hyun le preguntó al pequeño si quería irse a vivir con ellos, el pequeño tímidamente respondió con un "si", pero en sus ojos se veía un brillo de felicidad.
Las siguientes 3 semanas se encargaron de los papeles para la adopción, pero sin falta, Minyoung y Changwook iban a visitarlo y jugaban con él, haciendo que Jimin se sintiera verdaderamente feliz.
El 8 de febrero llegó, la adopción era oficial y Jimin partiría ese mismo día con los Park, con su nueva familia, a su nueva vida, sería una gran mentira si se dijera que Min A y Ji Hyun no lloraron, puesto que extrañarían mucho al pequeño que les robó el corazón.
—Tienes que portarte bien Jimin, ¿entendido?
—Si señorita Min A.
—Y tienes que comer todo lo que te den.
—Si señorita Ji Hyun.
Las mujeres abrazaron a Jimin y se despidieron.
Jimin, se sentía raro, si, estaba feliz por tener una familia, pero, ¿por qué la señorita Min A y Ji Hyun no lo acompañaban? Esa pregunta no lo dejaba tranquilo y sin darse cuenta comenzó a sollozar, preocupando a la que ahora era su madre.
—¿Qué sucede, mi amor?
—¿Por qué la señorita Ji Hyun y la señorita Min A no vienen con nosotros?
—Porque tienen que asegurarse que todos los niños tengan una familia, así como tú.
—¿Podré verlas otra vez?
—Por supuesto corazón, cada vez que vengamos a Busan podremos visitarlas y pasar un día con ellas.
—¿Lo promete, señora Minyoung?
—Si corazón, te lo prometo por el dedo chiquito —levantó su dedo y Jimin la imitó—. Pero desde ahora deberás decirme mamá y a Changwook, deberás decirle papá, ¿sí?
—¿Por qué?
—Porque ahora eres nuestro hijo, Jimin —habló Changwook—. Vivirás con nosotros, y a partir de ahora nosotros te vamos a cuidar y te vamos a proteger, tendrás todo lo que desees.
Cuando salieron del orfanato, los Park emprendieron su camino hacia Seúl, contándole a su hijo sobre lo hermosa que era esa ciudad, de como sería su vida y todos los planes que tenían para él, Jimin se durmió todo el camino con el hermoso pensamiento del como sería su vida.
Casi 5 horas después, llegaron a Seúl, Jimin había despertado media hora antes, estaba emocionado por ver como sería su nueva casa, el auto los llevó a la mansión Park y los pequeños ojitos de Jimin se abrieron enormemente al ver la supuesta casa donde viviría, era demasiado grande y había un hermoso jardín.
—Quizá es un sueño —pensó cuando el auto se estacionó.
Changwook cargó a su hijo y ayudó a su esposa a bajar del auto, entraron a la mansión y todos los empleados se quedaron en silencio cuando vieron llegar a la pareja con un niño en brazos, quien miraba a todos y se sentía fuera del lugar.
—Aprovechando que todos los empleados están aquí, quiero presentarles a Park Jimin, el hijo de los Park, nuestro hijo —dijo Changwook.
—Se hará una fiesta el sábado, quiero que se encarguen de organizar todo, presentaremos a Jimin como un miembro de los Park.
—Señora —habló una señora regordeta—. ¿Por cuánto tiempo tendrán al niño?
—No entiendo tu pregunta, Jiyu.
—Señora, su familia es muy respetable en la sociedad donde los Park se manejan, es poco común y mal visto que un aparecido forme parte de una familia prestigiosa y de buena posición.
Minyoung se rió e iba a hablar, pero la misma empleada volvió a hablar.
—No creo que ese huerfanito pueda ocupar jamás el lugar que dejó la señorita Irene.
—Quiero que tomes tus cosas y te vayas de mi casa —la mirada de Minyoung irradiaba enojo puro.
—Señora y-
—Escúchenme todos, quien se atreva a hablar mal de MI hijo, se irá de esta casa, quien se atreva a compararlo con mi hija Irene, se irá, quiero que respeten a Jimin, ¿entendido?
—Si señora —respondieron todos al unisono.
Minyoung cargó a Jimin y subió las escaleras, el pequeño no entendía nada, pero se sentía bien en los brazos de esa señora, era cálida y se sentía muy bien.
Llegaron a una puerta color blanco y entraron, los ojos de Jimin no creían lo que veían.
La habitación era blanca con celeste, la pared que estaba detrás de la cama tenía dibujos de barcos y colgaba un timón de pirata, la cama en medio era grande y con dos mesitas de noche al costado, a un costado había un gran ropero color blanco, al lado de la habitación había una ventana grande que daba directo al jardín, en frente de la cama había una mesita con cuadernos y colores, dentro de la misma habitación había otra puerta que daba al baño.
—¿Te gusta, Jim?
—¡Es hermoso! ¡Gracias!
Jimin abrazó a la mujer sonrientemente, estaba feliz, no por lo material, sino porque se sentía querido, sentía que por fin tenía una familia como había leído en muchos cuentos, si, definitivamente él sería un buen hijo con aquellas personas que lo habían recibido en su casa.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro